La ruine des Lusos et des Tropicos
"A Ruína dos Lusos e dos Trópicos" es un proyecto que examina la materialidad de las ruinas del lusotropicalismo, a través de la fotografía, explorando su resonancia en el presente. La teoría desarrollada por el sociólogo Gilberto Freyre, argumentaba que la colonización lusa se basaba en la mezcla cultural y la supuesta adaptación armoniosa entre colonizadores y colonizados. Sin embargo, esta narrativa sirvió para encubrir las violencias del colonialismo y justificar su continuidad. La obra cuestiona eso discurso ideológico que justificó la expansión colonial portuguesa, evidenciando su fracaso a través de estructuras abandonadas.
El Monte Palace, un antiguo hotel de lujo en los Azores, un archipiélago en el Atlántico que simboliza las antiguas colonias portuguesas que hoy son territorio portugués, es el punto central del proyecto. Diseñado como un símbolo de progreso, hoy yace en ruinas, consumido por el tiempo y la naturaleza. Las imágenes capturan la tensión entre lo artificial y lo orgánico, revelando el ocaso de una narrativa colonial que buscaba perpetuarse.
El proyecto es una obra instalativa que combina fotografía analógica, fotografía digital y performance audiovisual de la artista, generando una experiencia inmersiva. La instalación incluye fotografías en gran formato impresas en papel de algodón, acompañadas de fragmentos literarios que evocan la ruina y el olvido, como versos de Viriato da Cruz.
“La Ruina de los Lusos y los Trópicos”
Obra video-performativa que interroga la herencia colonial a través del cuerpo y la imagen, donde la performatividad se convierte en acto de memoria y deconstrucción.
2019-2021
Cartografías de la Memoria
La instalación "Cartografías de la Memoria" confronta el legado persistente del colonialismo en dos frentes: el colapso material de una ideología y el trauma del desarraigo.
La obra es, esencialmente, un acto político que desafía el silencio y usa la memoria como intervención.
El proyecto examina la herencia arquitectónica colonialista—las estructuras de poder que permanecen en todos los países colonizados. La ruina del Monte Palace en las Azores sirve de epitafio a esa arquitectura, exponiendo el fracaso del “lusotropicalismo” portugués. Esta decadencia cuestiona el legado tangible del dominio y lo que se edifica sobre la mentira histórica.
En contrapunto, el trauma inicial del desarraigo se materializa en la escultura de la embarcación de cuerda roja, que simboliza la travesía forzada. Las 16 placas de "memorias" y la escultura de los pies rojos registran los pasos robados del "Árbol del Olvido”- donde se situaba el major puerto negrero del mundo, afirmando que la herencia cultural es más fuerte que el borrado.
La cuestión central de la obra reside en qué se puede hacer con esta herencia.
Al exponer la ruina arquitectónica y la herida del trauma lado a lado, el proyecto exige la reescritura de la historia y la reconfiguración de la identidad. La herencia se convierte en el combustible para la creación y para la lucha por una justicia narrativa continua.